La prenda toquilla es una pieza triangular o rectangular de material decorado, a menudo conocida hoy como chal. El chal se originó en la India en el siglo XIV, donde fue diseñado en el pequeño pueblo de Cachemira a partir del vellón de la cabra de Cachemira. Esta cabra es la única cabra en el mundo que puede producir el diámetro de fibra de los famosos chales de Cachemira. En el siglo XVI, los viajeros de Gran Bretaña descubrieron el pueblo de Cachemira y se enamoraron de la suavidad y el lujo de la tela de Cachemira, dándole el nombre de Cachemira. Los ricos británicos comenzaron a enviar chales a sus seres queridos y pronto este pequeño pueblo se convirtió en un importante centro comercial para el mundo occidental. Posteriormente, el chal de Cachemira comenzó a extenderse entre la clase alta de toda Europa.

Cabra de Cachemira y los chales de Cachemira

A fines del siglo XVII, el imperio británico desarrolló fuertes vínculos comerciales con la India y en la década de 1750, la Compañía Británica de las Indias Orientales estaba en pleno apogeo. Esto abrió aún más la puerta para que muchos productos indios se importaran a Gran Bretaña. El atractivo exótico del chal creció en atractivo y fue adoptado por el estilo de moda neoclásico de esa época. Los primeros chales estaban hechos del material suave y liviano de Cachemira y estaban diseñados para colgar sobre el hombro, imitando el estilo de los antiguos romanos y griegos. Continuó creciendo en popularidad en Gran Bretaña en las décadas de 1760 y 1770 y, en la década de 1790, también se había vuelto muy popular en la escena de la moda francesa.

Chales de cachemira sobre los hombros en la era neoclásica

Los chales indios genuinos fueron todos hechos a mano y diseñados con seda fina de la cabra de Cachemira. Eran prendas muy elegantes, lujosas y costosas, usadas exclusivamente por la clase alta. A medida que crecía la demanda del chal en toda Europa, Francia y Gran Bretaña comenzaron a fabricar sus propias versiones. Fabricados a máquina y con diferentes combinaciones de lana y seda, nunca estuvieron a la altura de la intrincada y laboriosa reputación del chal original. Sin embargo, los chales fabricados a máquina eran mucho menos costosos y los hacían más accesibles para las clases media y baja. En la década de 1820, las mujeres de todas las clases en toda Europa usaban la prenda de chal.

Chales de Cachemira cosidos a mano

Telares mecánicos utilizados para fabricar el chal de cachemira

A medida que los chales se hicieron populares en el mundo occidental, también se pusieron de moda los chales decorativos de encaje. Los primeros diseños estaban hechos de tambor u otro material de red. Después de que los diseños originales se hicieron populares, los tejedores y crocheters comenzaron a crear chales de estilos intrincados de diferentes formas y patrones elegantes. A menudo se combinaban con ropa formal y, por lo tanto, los usaba principalmente la clase alta.

Chales decorativos de encaje del siglo XIX.

Además, a principios del siglo XIX, los mantones de Manila se apoderaron de España. Eran grandes piezas cuadradas de material de seda dobladas en forma triangular con diseños bordados y con flecos hechos a mano. Originarias de Filipinas, las mujeres adineradas llevaban el manila sobre los hombros. A medida que avanzaba el siglo, el chal pasó de moda entre la clase alta, pero se convirtió en una parte renombrada del vestido de flamenco. Su asociación con este baile se hizo tan famosa que el mantón de Manila se conoció como el mantón español. El mantón español sigue siendo a día de hoy un elemento icónico del vestido de flamenco, pero también se lució por toda España como prenda elegante para acompañar un outfit en ocasiones especiales.

Ejemplos del mantón de Manila en el siglo XIX y en una bailarina de flamenco hoy.

A lo largo de la década de 1900, las mujeres de todos los niveles de la jerarquía social inglesa usaban chales. La clase alta usaba chales creados a mano con cachemira o encaje, decorados con bordados de seda mientras que los de la clase trabajadora amanecían chales hechos a máquina de menor calidad.

Mantón de clase trabajadora hecho de algodón y mantones de clase alta hechos de hilo de Cachemira y detalles bordados intrincados

A medida que avanzaba el siglo XX, la demanda del chal comenzó a disminuir y pasó de moda. Sin embargo, un reciente resurgimiento de la popularidad ha hecho que la prenda se utilice como un acompañamiento típico de un vestido formal.

Con la amplia gama disponible en Quekuco, el chal se puede utilizar tanto como una cubierta casual para mayor calidez o como un accesorio elegante para acompañar un vestido formal. Con una variedad de diferentes colores, estilos y materiales en oferta, no tengo ninguna duda de que Quekuco tendrá el chal perfecto para agregar a tu guardarropa.

Mantón de Manila disponible en Quekuco.com para combinar con un vestido de noche.

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